sábado, 25 de octubre de 2008

DOS MARES OPUESTOS

Nací en San Juan de Nieva un cinco de octubre de 1950 y la mar ese día estaba salpicona, momento en que aprovechó mi padre para lanzar ese plomo lo más lejos posible -casi llega hasta el Arañon- con el objetivo de lograr una buena pieza y mostrársela a mi madre de regalo por la paciente espera. El xargo no llegó -como casi siempre- pero mi madre se anticipó al sabroso pez y yo vi la luz mirando al Cantábrico. Aunque mi afición es la montaña, llevo dentro de mí el olor a yodo y ocle, cuya fragancia no podré olvidar nunca. Es curioso pero cada año me atrae volver a la entrada de la ría cómo las angulas desde el mar de los Sargazos, entonces llega a mi mente el comparativo de algo que nunca tenía que haber pasado, pero que por circunstancias de la vida ha tenido que ser así. Tengo en mis genes el genio del Cantábrico, la sabiduría del Mediterráneo y la sal de ambos, pero lo que más me gusta es su embrujo y su historia. Nacer en el Cantábrico y vivir en el Mediterráneo te ofrece la ventaja de apreciar las diferentes características que los hacen tan opuestos. Sus gentes, su gastronomía, su hábitat, su clima, su color, su olor, en fin todo es diferente. No sabría elegir en éstos momentos cual es el mejor, cada uno tiene algo que destacar en cada momento de tu vida, es por ello que me siento agraciado de conocer a ambos y desde estas líneas les agradezco y les doy mil gracias. En primer lugar al Mediterráneo le mando un gran abrazo de amigo por enseñarme toda su historia, su embrujo y su experiencia. Al Cantábrico por darme la vida, por transmitirme su bravura y su lealtad, y a los dos porque a pesar de ser opuestos me abren sus brazos y me ofrecen su cobijo para que pueda elegir donde quiero pasar mis últimos años de mi vida.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

viernes, 24 de octubre de 2008

JUEGO DE NIÑOS

Corrían los años 60 y la sangre nos hervía por todo el cuerpo, Baldomero y su primo Luis, Kike, Luis Arturo, Julio, Tornillo, Tito, Carlos y toda una serie de amigos más que harían la lista interminable nos sentíamos felices y con ganas de vivir cada minuto de nuestra vida. Una vez tocaba jugar en la Divina Pastora, otra en Sabugo, otra en Rivero, otra en el Arbolón, y así sin darnos cuenta realizábamos un tour por todo Avilés dispuestos a nuevas aventuras y con ganas de comernos el Mundo. Pero aquel Mundo era muy diferente al actual, también había crisis pero la veíamos de otra forma completamente diferente. Recién cumplidos los diez años y con nuestros pantalones cortos solo pensabas en ir a pescar panchos a la ría, hacer carreras con las bicicletas y practicar los típicos juegos de temporada. Esperábamos con ansia los fines de semana, pero en especial el domingo para recibir la escasa paga que solo nos daba para pipas e ir al cine matinal. No había ordenadores, pero si un disco duro en nuestro cerebro cuya capacidad era interminable y sin bloqueos. No había teléfonos móviles, y buscador Google tampoco, pero tardabas breves instantes en localizar a todos debajo de un soportal o en la esquina de cualquier calleja para proponerles un nuevo proyecto. Soy un entusiasta de las nuevas tecnologías, pero no puedo olvidar el trato cariñoso, lingüístico y visual con mis amigos y amigas tan distinto al que empleamos hoy en día para comunicarnos. Hace mucho tiempo que no os veo chavales, pero llegan a mis oídos noticias de vuestros derroteros. Desde este blog intentaré haceros saber algo sobre mí y contaros infinidad de recuerdos, que ya va siendo hora de hacer un hueco en nuestras agetreadas agendas para recordar nuestra entrañable infancia.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

miércoles, 22 de octubre de 2008

LA VILLA DE COLORES

En 1940 destacaban los colores blancos y azules. En 1960 la convertimos de color gris tirando a negro. En 1980 empezó a colorearse de sepia, y ahora por fin ya se está pareciendo al arco Iris. ¿Será que mi Villa tiene algo de camaleón y se adapta a todos los cambios que en ella se han producido?. Más vale que sea así, y este cambio de aspecto sirva para que luzca pronto el sol, aflore la alegría y empape de bienestar a todos los avilesinos.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo