Como si de la Armada Invencible se tratara, barcos como el Abelén, Poseidón, Malanga, Anleo, Panxico y otros que se quedaron en la travesía, fueron sin duda los protagonistas de la historia de un gran marino cuyo esfuerzo merece sin ninguna duda unas palabras de aliento en los momentos en que la tormenta aprieta fuerte.
Todos los barcos descritos tenían las cuadernas lo suficientemente robustas para que sus cascos soportasen los impactos provenientes tanto de babor como de estribor, y sus velas mayor, foque y cangreja demostraron siempre su mayor resistencia ante los fuertes vientos que azotaron a lo largo de su vida.
Hoy los tiempos han cambiado, a pesar de la experiencia, disponer de unas buenas naves dotadas con los mejores instrumentos tecnológicos, y contar con una tripulación excelente, siempre existe el riesgo de que una tormenta te sorprenda y tengas que navegar utilizando todos tus conocimientos para salir adelante y alcanzar nuevos derroteros donde la navegación sea más sostenible, donde la paz y el sosiego sean motivo para alcanzar con facilidad la felicidad, y que a pesar de las dificultades siempre habrá una solución para un problema.
Sabes muy bien que las grandes olas hay que cogerlas de frente, respirar hondo y cuando estés en la cresta esperar la bajada lentamente y volver a coger aliento para afrontar la siguiente.
Has sabido resolver hasta ahora sin la menor dificultad el algoritmo de las tres incógnitas que propone la vida: amor, trabajo y cultura, y también sus derivadas: amistad y paternidad, pero cuando la tormenta acecha la mejor solución es bajar las velas, coger el timón con fuerza a toda máquina, y sin soltarlo mantenerlo firme hasta que el viento amaine.
Muchas veces he pensado como me gustaría estar contigo, ahí presente para echarte una mano y mantener con mucha más fuerza ese timón, pero la distancia y otras responsabilidades siempre me han impedido cumplir con mis deseos.
El barco en el cual navegas en estos momentos tiene por nombre “Esperanza”, y no te quepa la menor duda que su rumbo Norte esta marcado en el compás de todos de los que como yo queremos que llegue al puerto de destino, y para ello dispones de todo el apoyo de la tripulación que un capitán como tu mereces.
Debes posicionar el timón rumbo Norte y no se te ocurra cambiarlo por muchas dificultades que te encuentres, nosotros estamos muy cerca para apoyarte en todo lo necesario.
Saludos.
Miguel Sánchez del Río González-Anleo