martes, 6 de febrero de 2024

PARENTESIS INEVITABLE

Realmente a todos las personas que hemos cumplido el ciclo laboral hacemos oídos sordos a un presente repulsivo, llegando a la aceptación de llamarnos vigilantes de obras, jugadores de mus y dominó, tomar unos vinos cada día en diferentes bares para entablar conversación en especial sobre el futbol y otros deportes, ver el telediario y dormir la siesta. No es por ahí por donde arde el puro. Tampoco todas las féminas, sean viudas, divorciadas o amas de casa disfrutan de su café con leche en las terrazas haciendo uso de la moda, crítica o dime quien te dijo y te diré.

Las personas que han podido alcanzar ese estatus que las convierte en sabias en la universidad de la vida, no se les puede acusar de inútiles ni tampoco de personas que sobran en la sociedad actual. Muchas han dejado en su trabajo las mejores maneras, educación, conocimientos y esfuerzo físico y mental durante más de media vida, y lucharon por mantener más de una generación en el podio ganador sin esperar a cambio nada más que su simple paga de jubilación.

Las nuevas generaciones no valoran los esfuerzos realizados por los que podemos llamar "Los vigilantes de la Patria". Ellos han sido los promotores, emprendedores  y en muchos casos los novios y novias de la muerte sacrificando sus esfuerzos para sacarnos de una dictadura y llevarnos en palmitas hacia una democracia que nos correspondía, cuyos flecos han querido solucionar gobiernos progresistas sin tener ni la más puñetera idea como solucionarlo.

No perdamos la cultura política que tanto nos ha costado comprender en aras de una digna democracia que nos hará disfrutar una convivencia capaz de unir con un fuerte adhesivo la idiosincrasia de todas las comunidades evitando odios, envidias, y mantener las tradiciones propias de cada metro cuadrado de un País que no se merece los barbarismos que pretenden gobiernos que carecen de escrúpulos, coexistencia y cooperación entre todos cuando lo necesitamos. 

Romper esa enorme colaboración, hasta ahora obtenida por una cultura sabia conjuntamente unánime de generaciones por evadirse de los protocolos de una dictadura, está obteniendo una quiebra traspasando las líneas rojas de una democracia aprobada por la mayoría de los españoles. El maridaje que ofrece con ésta Ley de Amnistía puede provocar que los rescoldos de la hoguera reaviven el fuego de una sociedad libre de conflictos, aversión y reavivar odios lejanos.

Personas que, como yo, estamos en ese ciclo postlaboral, haced un pequeño paréntesis en vuestras vidas
y pensad en que podemos convertir nuestro presente y por supuesto nuestro futuro si seguimos amparando un gobierno capaz de romper nuestra convivencia por sus propios intereses.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González- Anleo