lunes, 5 de diciembre de 2022

CARTA MAGNA

Hoy termina el mes de noviembre de 2022, y mañana nos dirigimos a velocidad de crucero hacia la fecha en la cual todos los españoles y poderes públicos estamos sujetos a la norma suprema del ordenamiento jurídico español aceptada en referéndum el 6 de diciembre de 1978 y entrada en vigor el 29 de diciembre del mismo año. Han pasado 44 años y todavía existen muchos españoles, incluidos vascos y catalanes, que no han tenido la delicadeza de leer sus 169 artículos que la componen. Yo puedo anticiparos que, al igual que la Biblia tengo un ejemplar en mi mesita y la consulto siempre que me surge alguna duda. 

Todos los años expongo unas palabras que escribí hace años sobre aquello que me parece importante, y que ningún gobierno ha sabido cumplir en toda su integridad. Otro año más lo vuelvo a repetir para aquellos que sólo piensan en pajaritos preñaos.

UN REPASO NOS VIENE MUY BIEN A TODOS

En la actualidad, la moda nos dirige a que leamos de nuevo El Quijote. Lo aplaudo y lo aconsejo, pero no sabría ahora mismo en que prioridad situaría esta recomendación dado las urgencias que nos atañen. El paro, la corrupción, el terrorismo, el independentismo, la guerra de Ucrania, la economía, y otras prioridades que tenemos los españoles se alternan en cada momento en el Top de los principales.  
                  
Es increíble que en la situación actual en que vivimos muy pocos se preocupen de sacar a la luz nuestras vergüenzas que, a pesar de ser por todos conocidas no somos capaces de dar un puñetazo en la mesa y hacer cumplir a todos con sus deberes, incluidos al Rey, Defensor del Pueblo y Ejercito. No podemos aguantar ni un minuto más en estas condiciones, llevamos así desde el 20 de diciembre con el peligro de que a “río revuelto ganancia de pescadores”. 

Cuándo se darán cuenta nuestros políticos que el pueblo es soberano y que ya hemos alcanzado el cargo de ciudadanos de primera hace mucho tiempo. Ya han pasado muchos años que, desde ese referéndum del 6 de diciembre de 1978, aprobado por todos y llamado Constitución Española, refrendamos nuestra capacidad de respeto, responsabilidad y decisión de mejorar nuestra nación. 

No estaría de más, proponer que tanto en el congreso y colegios públicos y privados se leyese en voz alta de forma diaria un artículo de la Constitución para comprobar el camino que seguimos y las desviaciones de las cuales somos objeto. Es posible que nos diéramos cuenta de los golpes de timón que deberíamos hacer antes de que fuera demasiado tarde. 

Muchos tienen una Biblia encima de su mesita de noche, yo además, tengo un pequeño libro de bolsillo de la Constitución que me regaló mi esposa, y lo alterno con mi lectura de vez en cuando repasando algunos de sus artículos.

Qué conlleva ese tipo de prácticas que a priori parece una chuminada. Pues además de recordar tus derechos, te recuerda tus obligaciones y las de tus dirigentes, cosa que no viene nada mal. Os comento alguno de esos artículos tan interesantes.

Los derechos y obligaciones de los españoles se incluyen en el artículo 10, de los ciudadanos desde el 30 al 38 y los de las cámaras del 66 al 80. Conviene retener en la memoria algo tan simple como el artículo 2, que dice España es indisoluble. Que en el 3, el castellano es la lengua oficial obligatoria, y que las demás serán también oficiales en las respectivas comunidades. Que los estatutos podrán reconocer otras banderas, pero estas se colocaran siempre junto a la Bandera Española. 

También conviene recordar el 6, en el cual recuerda que los partidos políticos tienen que ser democráticos. El 8, en el cual recuerda a la Fuerzas Armadas la misión de garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad y ordenamiento constitucional. En el artículo 35, deja muy claro que todos los españoles tienen el deber de trabajar, pero también tienen derecho de tener trabajo. Es curioso, pero fijaros que en el artículo 47, dice muy claro que todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, de eso habría mucho que hablar, dados los problemas habidos en cada comunidad. Y por fin debéis poner el ojo de halcón en lo que viene a continuación y que deja de entredicho algunas de las definiciones. 

El 56, dice que el Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. Algo muy importante que llama siempre mi atención cuando repaso, es los deberes de los diputados, siempre encuentro alguna relación con lo que está pasando y que las instituciones no deberían permitir su incumplimiento diario. Dice el artículo 15, los Diputados debe de asistir a las sesiones del pleno y comisiones (debería añadir “despiertos”). El 16, dice que están, obligados a adecuar su conducta al reglamento y respetar el orden (eso deja mucho que desear). Siguiendo con nuestros representantes, el 17, les dice que no pueden invocar o hacer uso de su condición para el ejercicio de su actividad mercantil, industrial o profesional (algunos han olvidado su juramento en muchas ocasiones). En el 18, están obligados a declarar sus bienes patrimoniales, cosa que deberían hacer cada día, pues en un año se les olvida sus operaciones. 

Curioso el 19, trata de su incompatibilidad de trabajo, que algunos confunden con falta de responsabilidad y compatibilidad con el esfuerzo. En fin, estamos en un mar rizado que puede convertirse un una galerna, si no cumplimos cada uno con nuestras obligaciones, en especial aquellos que por su responsabilidad política deberían coger la sartén por el mango y poner en su sitio aquellos que han demostrado su falta de interés por mejorar una España que ya empieza a ser carne de cañón.

Saludos.

Miguel Sánchez del Río González-Anleo