Con el ritmo acelerado que llevamos, nos puede desestabilizar de imprevisto en muchas ocasiones una planificación realizada a largo plazo. El avance incansable de la ciencia, tecnología, recursos e incidentes medioambientales pueden hacernos cambiar la estrategia de un día para otro.
El querer incluir unos objetivos y hojas de ruta en un plan a 30 años que nos quiere imponer este Gobierno, por muchos cálculos de probalidades que hagamos es un atrevimiento altamente peligroso y muy difícil de llegar a su cumplimiento en la época que estamos pasando. Además de todos los inconvenientes descritos anteriormente, existen otros que hacen incluso más vulnerables las propuestas de mejora que, a simple vista, parecen fáciles de implantar.
No podemos olvidar que estamos inmersos en poder solucionar a nivel mundial una pandemia la cual ha ocasionado un sinfín de cambios y hábitos en nuestra sociedad, los cuales tardaremos en llegar a lo que los expertos denominan "Normalidad". Ésta pandemia no estaba planificada, tampoco la gran nevada Filomena con epicentro en Madrid, ni el brote de guerra entre Rusia y Ucrania, ni tampoco el asalto de migrantes a Ceuta y Melilla. Fijaros que en seis meses han ocurrido todos estos sucesos imprevisibles. ¿Qué puede pasar durante 30 años?.
Yo seguro que no podre ver lo que sucederá, pero mis hijos y nietos soportarán - si pueden- las incógnitas de un Gobierno vidente que le resbala los problemas que tenemos en nuestro presente.
La descarbonización en Asturias y Aragón, creando más paro, pues no dan alternativas. Disminución del consumo de carne introduciendo cada día más la alimentación Fast food, alimentos que acabarán rápidamente con nuestro índice de calidad de vida. Mares y océanos contaminados que a su vez contaminan la fauna marina. Muerte rápida al motor de combustión sin solución inmediata para su sustitución, pues ya veremos los residuos de baterías. Podemos hablar de muchas más, pero creo que puede ser una pincelada de lo que nos espera.
Es muy curioso que en este presente incontrolado, países como China, causante del inicio de la pandemia, lanza cohetes al espacio despilfarrando millones de dólares tan necesitados en estos momentos. Pero esto da igual, nadie se mete con ellos pues han pasado a ser la primera potencia mundial. Y nosotros haciendo planes al 2050, para una España más sostenible. Quizás lo de sostenible sea para colocar más refuerzos para no caernos más de lo que estamos.
Insisto que hacer un planning a largo plazo son palabras vanas que al final tendrán el mismo sentido de todas las columnas de humo que nos acechan para tapar lo que realmente necesitamos.
Toda esta farsa programada en éste plan, se parece un poco a las profecías de Nostradamus, de las cuales todavía no se ha demostrado que provengan de dicho boticario. Si algún suceso se produce como guerras, pandemias, inundaciones, fuegos incontrolados, sunamis, etc. la mayoría de las veces es que nuestra madre naturaleza se cabrea y el resto, no cabe duda alguna que somos los humanos culpables directos de todas esas calamidades.
Señores del Gobierno, si es que puedo llamarles así, nuestro problema esta en el presente, y el futuro ya vendrá. Olviden el pasado y el futuro y solucionen los problemas de hoy, de ahora mismo: Economía, Paro, Pandemia, Hambre, Guerras y convivencia entre ciudadanos. Y por supuesto unión extrema entre españoles que cumplan con una Constitución aplicable a toda España.
Saludos.
Miguel Sánchez del Río González-Anleo