viernes, 30 de diciembre de 2022

SE ACABÓ 2022

Por estas fechas os comentaba que 2022 sería una continuidad del 2021. Tengo que reconocer que me equivoqué en la guerra de Ucrania, pensé que sería algo parecido a la guerra de los siete días de Israel, pero no fue así, y parece que continuará por algún tiempo más, pues en la negociación apuestan por un ganar-perder y eso nunca es bueno para ninguna de las dos partes.

2021 no sólo ha sido un año tedioso, sino que hemos afrontados múltiples ataques de nuestra madre naturaleza, los cuales todavía no hemos asumido y continuaran el año que viene sin previsión alguna. 

Las guerras imparables, Rusia, Siria, Somalia, y conflictos en vigor hasta alcanzar un número de sesenta y cuatro. Lo curioso es que lo que ocurra en el espacio no se contabiliza como conflicto entre naciones y ahí sí que hay competencias suficientes para alcanzar el liderazgo.

Las conductas ideologías, las cuales ahora sería el momento de apartar para llegar a negociaciones que nos libren de todas las penalidades que estamos pasando, no llegan y nadie cede en sus posibilidades de acuerdo para salvar una gran nación como es España. Las mejoras que este Gobierno descentrado incapaz de asumir con lo que deberían ser soluciones férreas, implanta de una forma exprés leyes y proyectos antidemocráticos con falta de mejoras para terminar de una vez con los flecos que corroen diariamente nuestra Constitución y Democracia.

Esto parece desapercibido en algunos medios, pero están destruyendo nuestra convivencia que, sólo desea una mejora de bienestar social acorde con los esfuerzos de cada comunidad de nuestro estado degradado por una mala gestión, una globalización sin control y una sanidad descontrolada en todos los países cuyos efectos nos contaminan.

Hemos cargado nuestra mochila de actuaciones inútiles, ahora nos pesa más de nuestras posibilidades de carga. Nuestra resiliencia está superando los niveles de cualquier ser humano y nos enfoca hacia un camino difícil de emprender su destino y nos perdemos por toda esa niebla que atravesamos e impiden que nuestros ojos vean los perjuicios de la subida de la inflación (IPC) o la bajada del producto interior bruto (PIB) que nos llevan hacia un futuro incierto y mediocre.

Las ridículas ayudas, las grandes variaciones diarias de precios de los combustibles y medios energéticos, la subida imparable del Euribor y los precios de los productos alimenticos, nos llevan a una situación en la que no puedes planificar tú vida de una forma convencional, estando pendiente de acciones temporales e improvisadas con el ánimo de salir del paso para ganar un puñetero voto en las próximas elecciones.

No voy a entrar en cifras que todos los días nos dan los medios de información, pero seguimos sin hacer caso al medio ambiente, descuidamos acciones preventivas que inciden en nuestra salud, con lo cual estamos expuestos el año que viene a pandemias continuas, no mejoramos nuestra economía, el paro sigue subiendo a pesar de las trampas de contabilidad de los trabajadores discontinuos, y por lo social seguimos viendo en alguna TV, a dos personas anunciando tolerancia "0" contra la violencia de género. ¿Es esa la solución?, un anuncio que la mayoría de las personas no conocen la palabra tolerancia.

Implantamos leyes exprés que en vez de mejorar, empeoran la situación como "Si es Si", y otras como la Trans, Eutanasia, Aborto, Memoria Histórica, Sedición, Corrupción, Malversación, etc. las cuales traen consigo respuestas negativas que harán mella en nuestra sociedad sin ninguna duda en poco tiempo.
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Esperemos que el año 2023, tenga más sentido de la concienciación, del luchar por los ciudadanos y no por los ideales. Yo personalmente, le pido: Salud, Trabajo para todos los españoles, Vivienda para todos evitando los okupas, Sinceridad entre todos los partidos del Gobierno y unas negociaciones en las cuales sean el interés de toda España.   

Feliz Año Nuevo, Feliç any nou, Urte berri on, Feliz aninovo

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo