Desde enero 2020, han sido varios los amigos y conocidos que se han ido de este mundo, sin poder decirles personalmente la palabra "Adiós". Esta pandemia actúa de forma aleatoria, y no pregunta a su víctima las razones por las cuales ha sido elegida para tal fin.
Supongo que se trate simplemente de un conjunto de sucesos o circunstancias que se consideran predeterminadas para la vida de una persona. La falta de precauciones preventivas tanto por una parte como la otra, llevan a vencer las debilidades de aquellas que por su bondad o incluso por desapego, les han hecho más vulnerables y ante eso es difícil luchar.
La incapacidad que siento, y mi sufrimiento por esas personas que se han ido sin poder agradecerles todo lo que han hecho por nosotros, es tal, que a veces las nombro como si de un sueño se tratase.
Es cuestión de fe y esperanza que algún día podremos abrazarnos aunque sea en un profundo sueño.
Desde aquí, quiero enviarles un "Adiós" virtual, un descanso eterno y una tranquilidad que seguro será más trascendental que la vivida actualmente por los ciudadanos que aún seguimos en esta vida terrenal.
Este hermoso planeta llamado Tierra, está pasando por infinitas calamidades que pueden ser el fruto de las interminables barbaridades realizadas por el ser humano.
Empezando desde hace siglos por guerras irrazonables motivadas por las ansias de poder ocupacional. Pasando por los ensayos y carreras armamentistas nucleares, esquilmando la desforestación, contaminación del medio ambiente (incluido mares y océanos), consumos incontrolados de alimentos y una planificación nefasta de la subsistencia de casi 4.000 millones de habitantes. Hemos provocado la extinción de miles de especies de seres vivos que sin ser humanos su hábitat también era el planeta Tierra.
Todas estas salvajadas realizadas por el ser humano con el único ansia de poder, ha conllevado a que la naturaleza (que es muy sabia), nos pague con la misma moneda que nosotros solemos utilizar, y yo lo llamo "pandemia humana".
Saludos.
Miguel Sánchez del Río González-Anleo