Hoy, amanece un día triste, nublado y con las secuelas de todas las inclemencias de un tiempo variable iniciado por un extraño otoño desconocido y olvidado en el tiempo. Las transiciones entre las estaciones del año ya no vienen con periodos de adaptación, pasan de una a otra casi sin darse la mano y nos obliga aclimatarnos en un mínimo espacio de tiempo.
Este año al mes de octubre que ya se acaba, pesa sobre él, todo lo acontecido anteriormente que, de una forma incoherente y sin sentido ha ocurrido con síntomas de larga duración y muchas dificultades para una solución inmediata, como son los virus, guerras y atentados terroristas. Es una pena, pues además de haber cumplido años yo mismo, los cumplió mi nieto que es el típico niño que espero sea capaz de organizarse en un futuro sostenible capaz de convivir en una sociedad menos agresiva y prepotente.
Cuando piensas, sueñas, o intentas plasmar en un papel o en la pantalla de nuestro ordenador una posible solución a un problema de los que todavía están sin resolver, te encuentras con grandes inconvenientes que impiden centrarte en tú mejora. Esto se debe a que la cantidad de problemas que ocurren cada día te supera, e impide activar el cerebro para capacitarlo y extraer alguna propuesta viable.
Son muchos los problemas que nos invaden al mismo tiempo, y no es conveniente hacer como la avestruz, somos personas y como tal tenemos unas responsabilidades en las cuales no podemos enterrar la cabeza. Tenemos que ser conscientes que el imperio Ruso vuelve a intentar recuperar su status, Palestina recuperar su nación, Israel defender su estado, incluidas acciones terroristas de Hamás, USA meterse en todos los tinglados como Ángel de la guarda de todas las naciones y un temible Irán que acecha como un buitre la ocasión para sacar tajada.
Para todos aquellos que no conocen mis sentimientos, quiero deciros que no soy idealista de ninguna política, y por lo tanto detesto todas las acciones cometidas por grupos, partidos o naciones que predican la salvación o la destrucción del ser humano en todas sus consecuencias. Mi ascendencia Celta supone una idiosincrasia propia de una raza que, a pesar de su extensión por toda Europa, sucumbió al imperio romano, al igual que toda España. A pesar de todo, aun quedan sus raíces por el norte de España.
Las religiones Católica, Musulmana y Budista, mayoría en todo el planeta, son parte integrante de todos los conflictos bélicos ocurridos durante todo este tiempo, en especial por la musulmana cuyo objetivo es ocupar todos los países posibles a través de su área yihadista.
En conjunto con esta problemática, aquí, o sea en España nos encontramos con un Gobierno fuera de si, incapaz de resolver y gobernar un País que, a pesar de ser muy diferente entre sus comunidades, defendemos a grito unánime nuestra unidad que no queremos dividir por mucho hincapié que intenten realizar ciertas fuerzas independentistas.
Desde mediados de verano y lo que llevamos de otoño, perdemos el tiempo en negociaciones cuyo contenido de Amnistía y Referéndum no caben en nuestra constitución. A pesar de ello, nuestro presidente en funciones insiste en lograr su investidura fuera de un procedimiento establecido en nuestra Carta Magna.
Octubre se acaba y algunos celebran ese día como Halloween La fiesta de Halloween es celebrada durante la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, día feriado religioso en algunos países. El Halloween tiene su origen en Irlanda, en los ritos de los celtas del fin de la temporada de cosechas. De allí pasó al Reino Unido, desde Europa se trasladó la celebración a Estados Unidos, y desde entonces se ha ido popularizando en Latinoamérica.
En Asturias lo celebramos con la famosa Amagostada, que consiste en comer castañas asadas con sidra dulce, aunque este año todavía se resienten de la sequía y no están tan sabrosas.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
