Recordar el pasado es una frase que no gusta mucho a los psicólogos, al menos eso dicen en todas sus publicaciones y escritos, evitando en todo momento recomendar el vivir viejos momentos que te han ocurrido en esa época.
La vida va pasando como un tren de alta velocidad y se lleva parte de nuestra historia. Lo que no puede quitarnos jamás, salvo un deterioro de nuestra mente, es borrar los archivos que contienen esos recuerdos que has mantenido como ejemplo de una época pasada.
Quizás algunos no quisiera repetirlos, pues el pasado, pasado está y hoy vivimos un presente en el cual hay que estar muy preparados para poder afrontar todos los acontecimientos que se nos ponen encima como una pesada losa.
En los años 60 cuando llegaba el mes de mayo, celebrábamos La Fiesta del Trabajo el uno de mayo, realizando una Jira al pantano de Trasona. En Avilés, festejamos también el mismo día la Jira al Pico Gorfoli.
Recuerdo que por aquella época, al tener las dos opciones tenías que elegir a dónde asistir, pues las distancias no permitían desplazarte tantos kilómetros si no tenías medio de transporte. Había una opción bastante simple de asistir un año a cada sitio.
En el pantano prestaba degustar el bollo preñao, ver las competiciones deportivas y si podías participar mejor. Había marcha regulada y atletismo recorriendo el contorno del pantano, piragüismo, concurso de bolos y otras actividades que podías participar según la edad.
Dado que era una fiesta en la que participaban los sindicatos, en aquellas fechas había dificultades para poder llevar ninguna prenda o símbolo de color rojo, pues los protocolos del gobierno así lo indicaban. Aún así, siempre había algunos grupos revindicando sus condiciones del trabajo.
La otra opción era la "Jira al Pico Gorfoli " y era otra forma de convivencia ciudadana, aunque obligaba a realizar una gran caminata muy satisfactoria para la salud, pero muy sufrida para alcanzar la cima. Sobre todo por ir cargando con la cesta de mimbre que contenía las viandas para degustar posteriormente.
Recuerdo que todas las familias llevaban el mismo menú de romería como si de una boda se tratara. No podían faltar, la empanada, tortilla de patatas, ensaladilla rusa y filetes empanados. El varón se encargaba de adquirir la fresca sidra y los refrescos para toda la familia.
Se colocaba un bonito mantel en el suelo y venga a sacar tarteras que enseguida se vaciaban después del esfuerzo realizado. Alguno siempre se pasaba con la sidra que se arrepentía al realizar la vuelta a casa, aunque siempre se paraba en la bolera de Castañeda para refrescar un poco el gaznate con una buena sidra y en la fuente Santos a coger agua.
Yo siempre preferí esta ruta, pues el pantano, a pesar de ser muy entretenido, tenía fragancias políticas que no me agradaban.
Es curioso que, ahora vivo en una casa que tengo a la vista el Pico Gorfoli desde mi ventana, y cuando no hay niebla me gusta observarlo y recordar que ese 1 de Mayo "Fiesta del Trabajo" casi siempre amanecía un día muy lluvioso.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
