Si eres prudente y quieres alcanzar título de sabio, cada día debes apuntar en tú agenda las tareas pendientes de realizar a corto plazo. En mi caso, a pesar de mi uso diario del ordenador y el móvil, utilizo mi breviario diario y escribo de mi puño y letra utilizando pluma estilográfica las cinco prioridades que tengo que realizar o al menos intentar hacer al día siguiente. Es una tradición de familia, la cual siempre he practicado en mi vida diaria, tanto en mi juventud, como en el trabajo y la cual sigo ejecutando, pues creo que cinco palabras son más que suficientes para intentar solucionar en breve espacio de tiempo.
Almacenar en nuestra memoria más deberes, y sobre todo a mi edad, no sería muy sensato, pues correría el riesgo de olvidar algunas calificadas como urgentes o importantes.
Les mando éste mensaje a todos aquellas personas que tienen muchos problemas para distinguir las prioridades y ni siquiera se han preocupado de estudiar la matriz de Eisenhower, que es una herramienta de gestión del tiempo para distinguir las tareas que deben resolverse lo más pronto posible y las que pueden posponerse, delegarse o, incluso eliminarse de la lista de pendientes. Su finalidad es clasificar la carga de trabajo. La matriz de Eisenhower es una forma de organizar las tareas según su urgencia e importancia para que se pueda priorizar de manera efectiva el trabajo más importante.
Cómo podemos admitir prioridades de un Gobierno que anuncia un plan de de refuerzo escolar en matemáticas y comprensión lectora con más de 500 millones de ayuda, y un ministro anuncia una revisión de las colecciones de Museos estatales para superar un marco colonial.
En primer lugar, no existe en España un plan de estudios adecuado a las circunstancias actuales, las matemáticas puede ser una asignatura en declive por la inteligencia artificial. En segundo lugar el Imperio Español no tuvo colonias, todos los países disfrutaban de las mismas leyes que regían en nuestro país, por lo tanto una vez más y a destiempo un ministro que le gusta el verde, puede ir a pastar en vez de meter la pata con la cultura española.
Lo mismo ocurre con la ley de amnistía, la que no ocupa lugar en la matriz de Eisenhower, ni tampoco en nuestra Constitución, pues sólo quiere implantarla lo antes posible una persona en la cual tiene escrito en su agenda: poder, mentira, engaño, falacia y falsedad.
Lo que si cabe en la matriz, es inmigración, colas de personas esperando comida, asesinatos de género, precios energía, paro, educación y Sanidad Pública.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo