Septiembre, noveno mes del calendario gregoriano intenta apartar con una fuerza inesperada y empujar al mes de Agosto en todas sus versiones para evitar una vez más con sus cortinas de humo y globos sondas, pasar por alto todas las tragedias ocurridas y aquellas que se mantienen pendientes de solucionar de una forma coherente.
Son un alto porcentaje las que nos inciden directamente, pero hablaremos de las más importantes para no alargar el texto. Una guerra Rusia-Ucrania que al principio parecía un paso de ajedrez, se está alargando en el tiempo sin trazas de tener una rápida finalización posiblemente por intereses creados y que nos está salpicando, y de que manera, a todos los países de Europa.
No podemos olvidar los abrasadores fuegos provocados en parte por las altas temperaturas y la falta de prevención en el mantenimiento de nuestros bosques, sendas y praderas, cuyo abandono produce el combustible principal en estos casos.
Estamos inmersos en una sequía provocada por un cambio climático denunciado hace muchos años, cuyas soluciones parece ser que no son efectivas ni asumidas por todos los ciudadanos. El caso es que tenemos un déficit de lluvias de un 30%, el ahorro no es un hábito muy practicable, y el 41% de las redes de suministro tienen más de treinta años y sus pérdidas equivalen a varios embalses llenos. Por otro lado la gestión de construcción de más pantanos o implantación de otros recursos más sostenibles están en continua discusión sin acuerdo alguno. Seguir así, dentro de poco habrá que hacer las lentejas con el agua del retrete.
Existe actualmente en todo el mundo un desequilibrio en inversiones de investigación de la ciencia y militar, siendo este último un peligro de la obsolescencia producida en el armamento, pues acaba empleándose para su consumo ante cualquier mínimo roce de ideales para ser usado, así como la venta en otros continentes a cambio de materias primas que conlleva continuos conflictos y exaltación del terrorismo.
No podemos olvidar las diferencias religiosas existentes, en especial la Católica y el Islam que venimos arrastrando desde hace más de dos mil años, y que son el cultivo ideal de personas que se aferran a unos intereses muy arraigados y peligrosos para todos aquellos que no comulgan con sus propias creencias.
Durante el mes de Agosto, también se nos ha colado con ánimo de despiste la influencia que se está infiltrando con la aplicación de la inteligencia artificial, hasta tal punto que esa herramienta la empiezan a aplicar en las pruebas de control a los ciudadanos para acceder a un puesto de trabajo que, anula a la experiencia de los responsables de RR.HH a la hora de evaluar a un opositor. Miedo me da que, dado que son programadas por nosotros, pueden ocasionar manipulaciones especificas para las empresas, aparte de de prescindir de varios puestos de trabajo. Yo soy de los que opino que tanto esas herramientas como los Robots, deberían de pagar una tasa a la seguridad social igual que otro trabajador.
No hace falta ser muy inteligente para detectar que todas las acciones que están proliferando desde hace algún tiempo y acentuadas al comienzo de este nuevo curso político están enfocadas exclusivamente a un Marketing especifico para ganar votos con miras a las cercanas Elecciones, tanto municipales, comunitarias, generales y europeas. Atención a las decisiones que tomarán aquellos que, por cuatro duros de ayuda para comprar un libro o ir a un concierto, se lamentaran durante cuatro años.
Finalmente, comentaros una cita que veo interesante en estos momentos:
"Mientras todos persiguen el poder y la riqueza, como medios de alcanzar el poder , la cultura rectifica la teoría del éxito"
Emerson
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo