domingo, 2 de noviembre de 2008

OTOÑO EN LA DISTANCIA

ventanaOtoño frío, ventoso y desagradable, eso es lo que pensaba yo en mis adentros mientras miraba con tristeza tras los cristales de aquel pequeño bar. 

Pedí al camarero que me sirviera un vino tinto de Montblanc, el cual me sirvió en el momento acompañado del periódico del día, pues aquí no hay costumbre de poner tapas como en otros sitios.

Después de echar una ojeada a las noticias del día -no hay ninguna buena- me entretuve cumplimentando las palabras del crucigrama. Cuál fue mi sorpresa al ojear la última palabra que así decía, "Seudónimo de cuatro letras que en este caso define a la hermana ideal".

Lo tenía fácil, sin ninguna duda la palabra que había que poner era MIMI. Esa respuesta no solo me recordó a ella, sino que entrelazó una serie de palabras que efectivamente componían las características propias de mi querida hermana. Entre trago y trago iba recordando entre otras, su fortaleza, su facilidad de expresión, su valentía y capacidad para resolver los duros golpes de la vida, y sobre todo su amistad para todos los que en ella encuentran un rincón donde cobijarse.

Madre, la mejor, y además con solera por sus propias circunstancias. Como virtudes tiene la bondad de mi padre y la sonrisa de mi madre, y en su cocina se confunden los aromas de mis antepasados. Trabajadora sin descanso capaz de unir la juventud con la madurez sin que por ella pasen los años. El destino ha querido separarnos hermana, pero nunca podrá quitar nuestros sentimientos y espero con ansia el día en que juntos podremos recuperar el tiempo perdido.

¡Vamos Boby! le dije a mi querido y amigo perro mientras apuraba mi último trago, ya no hace frío y los recuerdos de mi hermana han hecho salir el sol. Hoy, a pesar del frío y de la crisis me siento muy afortunado por tener la hermana ideal.

Saludos.

Miguel Sánchez del Río González-Anleo