El estado de ánimo que significa la felicidad que se siente plenamente satisfecha por gozar y disfrutar de festejos como estos, nada tiene que ver con la realidad. estamos pasando tiempos muy difíciles y sin miras que podamos solucionarlos en poco espacio de tiempo. Ser feliz por uno o dos días no recompensa el futuro inmediato.
La vida es mucho más exigente y nos pide vivirla en unas condiciones de felicidad continua diaria. Es como los juguetes que los niños reciben de los Reyes Magos y disfrutan con ellos hasta el próximo año. Cenar un buen pavo o bogavante el día de Navidad para que al fin de mes empiece a digerir nuestro estomago comida basura , podréis comprender que no merece la pena.
Tenemos que cambiar nuestros hábitos y saber disfrutar la Navidad como indica su significado "Festividad religiosa que se celebra el 25 de diciembre en que los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesús".
Todo lo demás ha sido creado por el consumismo y al mismo tiempo pretender introducir en nuestra alma signos de alegría y felicidad por medios tecnológicos como alumbrados especiales influenciados por otros paises, árboles decorados, moda navideña, comidas de empresa y el intercambio de regalos que próximos al día de fin de año han convertido un rito en celebraciones imaginarias las cuales participar por unos días determinados suelen mostrar felicidad y también tristeza.
Lo ideal es que estos hábitos celebrados en toda la población mundial, al menos deberían divisibles entre los 365 días del año. No me refiero a brindar cada día con un buen cava o sidra asturiana, pero los valores humanos deberíamos distribuirlos y no dejarlos en exclusiva para una Noche buena, Navidad y Fin de Año.
Aprovecho la ocasión para felicitar estas Navidades a toda la familia, amig@s y personas que precisen algo de cariño.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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