lunes, 16 de octubre de 2023

CÓMO PASA EL TIEMPO

El Otoño ya está aquí, Se han caído cuatro hojas de nuestro almanaque y empezado el mes de octubre sin habernos dado cuenta que han pasado 6.480 horas de nuestra vida. ¿Qué ha ocurrido y en que hemos empleado tantas horas?.

Parece imposible que en nueve meses del año 2.023, hayan podido pasar tal cantidad de sucesos recurrentes sin posibilidad alguna de solución inmediata. 

Algunos flecos del virus Covid' (todavía sin resolver), la interminable guerra entre Rusia y Ucrania, ataques continuos a la naturaleza como los incendios intencionados, terremotos en Marruecos y Afganistán, una serie imparable de cortinas de humo intencionadas por nuestros políticos, y para terminar comienza otra guerra entre Israel y Hamas. 

Todos estos sucesos han sido capaces de interrumpir nuestros sueños ocupando nuestra zona de confort con la intención de desviar nuestros proyectos e ilusiones.

Según lo que he leído, una evolución de seres humanos ubicados en diferentes partes de nuestro planeta, mueven los hilos para manejar a su gusto la convivencia, presente y futuro inmediato. Su gran poder es inalcanzable y por supuesto tienen planificado hasta territorios particulares en los que vivirán sobrepasando un alto nivel de prosperidad que, nosotros los actuales ciudadanos de a pie nunca podremos alcanzar. 

Según el Washington Post, ya han comenzado sus infraestructuras y si fuera necesario ya están proyectando hace tiempo, la posibilidad de alcanzar la convivencia en otros planetas.

Mientras, se dedican a provocar guerras entre países, cuyos objetivos es consumir armamentos obsoletos, esquilmar las materias primas (Uranio, Gas y Oro) de países como Níger, Gabón y Marruecos.

En nuestra vieja Europa no somos capaces de negociar con ellos, es más comemos sus migajas en sus propias manos. Cuando les interesa provocan diferentes alteraciones en la economía mundial que impactan directamente en nuestro continente. La subida del precio del dinero con intención de bajar los grandes incrementos de una imparable inflación es insuficiente, sólo está beneficiando a los grandes Bancos cuyos beneficios no los repercuten a sus inocentes clientes temiendo perder sus mínimos ahorros de toda su vida y soportando la subida de una insoportable hipoteca provocado por variabilidad del Euribor que nadie esperaba. 

Últimamente están provocando infinidad de "Fake news" respecto al cambio climático, acusando directamente a nuestra sociedad de aumentar el CO2 provocado por el uso tradicional de calderas, automoción derivada del petróleo y uso de carbón para producir electricidad.

Durante décadas, la naturaleza y la población humana veníamos conviviendo con combustibles fósiles y otros elementos que, nos proporcionaban, nuestras necesidades de convivencia de una forma sostenible hasta que los grandes avances tecnológicos han sido capaces de cambiar nuestros hábitos sin darnos tiempo a una nueva situación tan brusca que muchos no podrán alcanzar los nuevos retos de un futuro que ya vemos delante de nuestros ojos.

Mis ojos están tristes, mis sueños centrados en intentar poder ayudar a resolver alguna de las barbaridades que están ocurriendo, pero cuando despiertas te das cuenta que es imposible. Sales a la calle y ves pasar a la mayoría de las personas cargados con sus mochilas llenas de problemas, intentando poder vaciar o repartir todo aquello que pesa como una losa, pero el resultado diario siempre es el mismo, regresas con el mismo peso, incluso más.

Puede ser que la edad sea capaz de llevarte en tus pensamientos al pasado que, revolviendo entre los trastos guardados siempre encuentras muchos que fueron muy felices. Los del presente actual o el cambio como dicen otros, son yo diría, bastante inconscientes, pensando en exclusiva pasarlo lo mejor posible por si acaso; pienso que no es una solución óptima y mucho menos coherente con lo que está pasando. Yo no soy pesimista, pues creo que se trata de un ciclo en el tiempo que tenemos que aguantar intentando pasarlo lo antes posible, pero si su duración se alarga, o tomamos decisiones certeras o lo pasaremos francamente mal.  

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo  


       

   






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