Algunas bellezas de presentadoras nos ayudan a comprender y preparar nuestro vestuario para el día siguiente, utilizando unos algoritmos de meteorología que se acercan cada día más a su evolución, pero con muchas incógnitas. En algún caso, se entrenan mucho más en la publicidad para igualar el acierto.
Lograr un clima sostenible a nivel mundial es casi imposible, pues las armas que se utilizan en unas guerras concurrentes, así como el transporte aéreo, ensayos cósmicos y nucleares, hacen que la rutina atmosférica varíe su comportamiento y en vez de seguir las reglas de las partículas, física cuántica, energía y materia oscura desde el Big Bang, las grandes potencias están dedicándose como siempre a ver quien es primero en construir una casita en marte o la luna. Siempre estamos equivocando nuestro enfoque hacia los humanos y pasar por encima de nuestros problemas como el cáncer, los terremotos, erupción de volcanes y últimamente despreciar las bacterias y virus que nos invaden sin ningún miramiento.
Nosotros, o sea, los ciudadanos de a pie, tenemos que hacer caso sin ninguna duda a los comportamientos de nuestra naturaleza, es decir. respetar las estaciones del año y mantenerse en guardia por si alguna de ellas puede cambiar o alterarse por alguno de los factores que puedan influir en sus actuaciones.
No podemos esperar a que una simple app, aunque haya sido diseñada por la inteligencia artificial, nos diga si mañana tenemos que poner una camisa de manga larga, corta o un abrigo y preparar el paraguas o las cadenas de nieve. Supongo que dentro de unos miles de años, no nos haga falta ni pensar en ello.
Me acuerdo en mi Villa de Avilés, que un domingo de verano, había que mirar muchas veces el cielo para poder ir a la playa. Hoy ha cambiado el clima, la lluvia existe, por eso Asturias está tan verde. Pero no olvidemos que las estaciones del año tienen muchos factores y pueden mezclarse, pues no son exactas.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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