
Muchas son las coincidencias, pero pensando de una forma optimista y sin ánimo de preocupar al pueblo, todavía son pocas las circunstancias para llegar a pensar que esto ocurra.
Lo que si parece más evidente es que hemos entrado en una mala racha en la que, todos nosotros, podemos figurarnos de una forma fácil y sencilla todo aquello que escuchamos en las noticias elucubrándonos el cerebro y admitimos sin pena ni gloria lo que se nos echa encima.
Plagas, guerras, crisis, catástrofes naturales, pandemias, terremotos, sunamis y algún que otro hecho, son capaces de desviar nuestra atención en beneficio de algunos pocos cuyos intereses les viene de perla. ¿Acaso no estaremos pagando con creces todo lo que nuestras anteriores generaciones explotaron sin miramiento alguno?. ¿No será realmente cierto que se está cumpliendo a rajatabla la relación causa/efecto?.
Terminada la primera guerra mundial se extendió en 1918, por toda Europa y América, un virus llamado "gripe española" cuyos efectos significaron la muerte de cuarenta millones de personas. Es verdad que en aquella época el virus procedía de las aves, y no de los murciélagos ni mercados de abastos; tampoco se sabe a ciencia cierta que la causa procediese de España, lo que si nos han asegurado es que la pandemia actual procede de China exclusivamente.
¿No es verdad también que, en la edad de oro, la mayoría de los españoles a pesar de sus hazañas como Conquistadores, arrasaron, aniquilaron y explotaron todas aquellas tierras que colonizaron?. Los indios en México postraban su cabeza en las iglesias ante los cuadros de nuestros Santos sin que nosotros nos diéramos cuenta que en la realidad lo que estaban haciendo era adorar a su Dios Sol que estaba pintado detrás del cuadro.
Tampoco es de extrañar que ahora tengamos que pagar con enfermedades procedentes de todos los continentes las múltiples barbaridades que se cometieron con los negros en la época de la esclavitud. Los romanos aplastaron con sus conquistas toda la idiosincrasia de la mayoría de los pueblos de Europa y parte de Oriente, los franceses se cansaron de realizar pruebas nucleares en algún pobre Atolón del Pacífico, los alemanes exterminaron a millones de judíos e invadieron múltiples Paises, los portugueses hicieron de las suyas en Mozambique, y si seguimos leyendo las crónicas de la historia nos daremos cuenta que, no son las profecías lo que estamos pagando, sino las deudas de todo aquello que hicimos inconscientemente y ahora ha llegado el momento de su vencimiento.
No seamos tan idiotas de seguir el rumbo de una nave que pilotada por personas torpes puede dirigirnos a derroteros altamente peligrosos, y cuyas consecuencias se pagan en el futuro con efectos profundamente arcaicos como el "Ojo por ojo y diente por diente".
Digamos adiós a las viejas costumbres y apostemos por las nuevas tecnologías en aras de que se apliquen por un igual a todos los habitantes de este bonito planeta sin excepciones. Estoy seguro que esa práctica evitará males mayores y pagos generacionales innecesarios.
Saludos.
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
1 comentario:
¿Acaso, querido amigo, los tiempos han cambiado tanto que nos hemos olvidado de lo verdaderamente importante?. Quién puede negar que las nuevas tecnologías de la comunicación han supuesto un boom en la, tan manida, globalización de las gentes... ya no hay fronteras ni paises... ni límites frente y contra nada ni nadie.
¿Qué pasa ahora?, nos acabamos de caer de un guindo o las autollamdas mentes preclaras e ingeniosas nos pretenden pasar por imbéciles o analfabetos virtuales. Como bien dices en tu último escrito, la antiguamente conocida como gripe española (por aquello de que,algo tan simple como que un barco se llamase XXX...Spanish en el que viajaban gentes humildes en busca del ansiado tesoro dorado americano) supuso el poner patente maligno a lo español... ahora el gorrino mexicano, puede dar nombre a una nueva cepa de gripe o, para mayor gloria de la ciencia, ahora la llaman la gripe A. ¿A quién quieren engañar?. Cuántos han sido los experimentos militares y científicos que, según se dice, han generado males y enfermedades hasta ahora nunca conocidas por la humanidad (Sida, Évora, etc.)... o, más bien, los intereses de los grandes laboratorios farmaceúticos andan por el medio.
Bueno querido amigo... Nostradamus se ha quedado obsoleto y ahora, en estos tiempos, tenemos otras profecías más cercanas... las económicas. Que la globalización ha supuesto el cambio de conductas y el trasiego de gentes y, por qué no decirlo, de mano de obra más barata... Ya ves, como siempre, bla, bla, bla y más bla, bla...
Necesitamos un cambio radical en las políticas, internas e internacionales, para que el mundo siga siendo mundo y no meramente regusto politiquero.
En espera de mejores tiempos (quizás habrá que propiciar y puxar para los nuevos vientos cambien la insustancia patria), estimadísimo amigo, habrá que coger el toro por los cuernos, sin más esperas.
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