sábado, 27 de marzo de 2021

EL PRESENTE ACTIVA TÚ MENTE

Desde la llegada de la pandemia, y las consecuencias de la gestión que está llevando nuestro Gobierno, es difícil mantenernos en un estado mental con normalidad debido a los múltiples cambios que se realizan de un día para otro, los cuales a veces no son coherentes con la triste realidad de lo que está pasando.

Estoy convencido que no es nada sencillo acertar siempre en las decisiones tomadas, pues son muchas las variables y decidir sobre algo tan desconocido, puede provocar errores patéticos.

Si nuestra intención es poner un poco de orden en nuestra vida hasta que todo esto se vaya debilitando, pues no es fácil averiguar cuando llegará a su fin, es  evitar por todos los medios posibles los  cambios que se están originando en nuestra mente producidos por efectos externos. Nuevas sensaciones que no tienen sentido, ansiedad, depresión, malestar general, preocupaciones, no queda otro remedio que planificar día a día nuestras tareas y ponerles objetivos de corto plazo.

Estar preocupados, inquietos y sentir culpa de lo ocurrido en un momento de nuestro  pasado, sólo nos llevará a una perdida de tiempo que ya no se puede solucionar. El pasado, pasado está, y sólo los historiadores sacarán provecho de los hechos ocurridos. Lo malo de esto es que cada uno cuenta y escribe todo aquello que le interesa sin pasar por un tribunal que acredite su veracidad.

Lo mismo nos ocurre si perdemos el tiempo en querer solucionar temas personales que pensamos puedan ocurrirnos en el futuro. No tenemos una bola de cristal en la cual podemos ver lo que va a pasar, y al menos yo, no creo en los videntes. Por lo tanto, perder un precioso tiempo tan valioso, es malgastar los minutos que pasan de nuestra vida si queremos solucionar algo que ocurrirá sabe Dios cuando.

No podemos confundir el futuro con la prevención, pues esta última palabra si que nos puede ayudar a prevenir algo que puede suceder en el futuro sin saber cuando, por ejemplo, intentar ser más cautelosos con nuestros gastos impulsivos, pues está demostrado que llegaran crisis cercanas que nos pueden afectar. Eso no quiere decir que si te sientes más feliz  por adquirir algo que te satisfaga, no lo dudes y hazlo.

Ante todo esto, lo mejor es conocer en que posición debemos mantenernos para ser personas libres, coherentes para resolver las incidencias que están ocurriendo y en la cual nuestro pensamiento actúa de una forma más adecuada y sin comparativos erróneos. Si estuviéramos en un país anglosajón podríamos hablar del Presente Continuo, pero en España esa forma verbal no existe, con lo cual a partir de ahora hablaremos sólo del Presente.

Mantenernos siempre en el Presente y obviando el pasado y el futuro, es la única forma de no perder ese tiempo tan valioso en tomar decisiones, pues éstas se manifestarán de inmediato. Podemos planificar nuestras tareas diarias para ocupar nuestro tiempo dividido en veinticuatro horas. Ese es el presente, activar vuestra mente para ocupar ocho horas para trabajar, ocho para descansar y ocho para dormir.

Mucha gracia me hace los que planifican su vida a largo plazo, y la mayoría no cumplen con sus objetivos. Hoy llevamos un ritmo que el Rock and Roll se queda corto. La Informática, la carrera del espacio, las nuevas tecnologías, las guerras que ya no se mata con balas, las catástrofes y la puesta al día (Update) de la Ciencia, y el cambio climático, hacen imposible prever nada de nada.

No seamos zopencos, y no nos dejemos engañar por cuatro niñatos sabelotodo que lo único que desean es hacer de nuestra Patria y por supuesto de nosotros, simples ciudadanos que con farsas hacen desviar nuestra mente y nos dejan bloqueados. Despertad todos y activar al máximo vuestro cerebro con el único objetivo de actuar en el Presente, eliminando este incontrolable pasado que ni ellos pueden controlar y pasan el muerto a las inútiles Comunidades.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo
    

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