Ya cuento los días de regreso igual que cuando fui a milicias. El que no atravesó el Negrón ninguna vez, no puede haber experimentado una sensación que sube por el estómago y llega hasta el alma, muy cerca del corazón cuando abandonas Asturias. Sufres, se te pone un nudo en la garganta y hasta una triste lágrima se desprende de tus ojos.
Cuando regresas ocurre lo contrario, parece un antónimo de la salida. Todo es alegría y sensaciones que aumentan tus ganas por volver a tú Principado. Verdes montañas y litorales exclusivos que sólo puedes ver en la tierra donde has nacido. El olor a manzana, sidra, cucho, y bocartes fritos es imposible olvidarlos.
Ese orbayu casi permanente nos asegura un paraíso inigualable difícil de comparar. Cuidemos nuestro entorno por un futuro para nuestros descendientes.
Cómo dice Víctor Manuel en su canción, Allá arriba en el Norte y se refiere a su Asturias, es dónde encuentras el verdadero Paraíso Natural.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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