martes, 14 de diciembre de 2021

ESPIRITU NAVIDEÑO EN CRISIS

Desde hace más de dos mil años en que la historia nos narra el nacimiento de un niño que sería el Salvador de todos los terrícolas y quien sabe si habitantes de otras galaxias, hemos venido celebrando los cuatro domingos de adviento y su nacimiento en un portal de Belén el día veinticuatro de diciembre al cual denominamos Nochebuena.

Tradiciones, costumbres, e ingeniosas adaptaciones a la vida moderna nos ha hecho testigos de una evolución que nada tiene que ver con los verdaderos episodios de la historia. Un evento tan importante en nuestras vidas como la Navidades, ha sido el punto de mira de todos los fabricantes y comerciales para sacar provecho de tal acontecimiento. 

Nos gastamos miles de euros en celebrar un misterio que intenta alegrar nuestras vidas pensando en la suerte del día de la lotería, cantando, degustando exquisitos manjares, disfrutando de grandes acontecimientos que se disipan en unos pocos días volviendo a una normalidad austera y pasando de largo la verdadera realidad de aquellos que no tienen ni un mendrugo de pan para llevarse a la boca. Mientras tanto, esperamos con ansiedad los carnavales que nos invitan al desorden, libertad del cuerpo y olvidar ciertas obligaciones que deberíamos respetar.

Posteriormente nos encontramos con extraños arrepentimientos y nos toca entrar en la Semana Santa, cuyo verdadero significado ha pasado a ser una época más de diversión, descanso laboral y disfrute de eventos que el consumismo nos obliga a elegir en sus apetecibles ofertas.

La cultura, una vez más, nos ofrece respetar nuestras tradiciones y transmitir nuestra idiosincrasia a las nuevas generaciones, pero esa incultura que nos caracteriza nos hace caer en errores globalizados obligándonos a inmiscuir en nuestras vidas celebraciones que no son de nuestra incumbencia y que asumimos como verdaderos borregos. Qué pinta en España la celebración de Papá Nöel, Halloween y otras muchas importadas que nada tienen que ver con nuestras tradiciones autóctonas.

Hasta los grandes prebostes nos quieren sustituir la frase "FELIZ NAVIDAD", por "FELICES FIESTAS".

Un País como fue España a lo largo de toda su historia, respetaba sus propios criterios y sus propias tradiciones. Es más, gracias a sus embajadores de ultramar exportamos nuestras tradiciones navideñas sin ánimo de lucro.

Millones de Leds importados de China, trajes de color rojo del gordo de Laponia y renos voladores que nada tienen que ver con nuestros hermosos ciervos, invaden
los Hipermercados, redes sociales e incluso llegan a las tiendas de proximidad, sustituyendo al tradicional Nacimiento hecho de musgo y figuritas de barro.

Espero que nuestros que nuestros turrones y mantecados no sean sustituidos por esos industriales panetones y galletas de jengibre. 

Por último, deciros que la Navidad es símbolo de un acontecimiento que une a las familias, las hace cantar, reír e incluso llorar. FELIZ NAVIDAD

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

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