jueves, 2 de diciembre de 2021

UN TRISKEL EN LA MUÑECA

La memoria democrática aprobada recientemente por un Gobierno interesado, idealista y manipulado, impacta en nuestro cerebro induciendo nuestras neuronas a enfocar la verdadera historia de España en un paréntesis que abarca a los años (1934-1978). Lo ocurrido desde la época prerrománica hasta nuestro presente se la trae al pairo. 

Desde los primeros pobladores de la península ibérica, hasta la llegada de las tribus celtas procedentes de los Alpes y la Galia, todo fueron revueltas, asociaciones y creaciones de pequeños castros y pueblos para sobrevivir e intentar defender a la familia y sus ridículos bienes enfocados todos a la agricultura y ganadería. 

Los Celtas conocedores ya de la cultura, la caza, la transformación del hierro y de las guerras, nos enseñaron los suficientes conocimientos para implantar en nuestros ciudadanos procedimientos, instrucciones y formas de supervivencia construyendo castros amurallados de materiales austeros allá por el año 1200 antes de Cristo.  Nobles y guerreros seguían los consejos de los Druidas, sacerdotes celtas cuya sabiduría estaba enfocada en solucionar los problemas del pueblo. Eran filósofos, maestros, jueces, depositarios de sabiduría comunitaria sobre el mundo natural y las tradiciones de las las personas, y los mediadores entre los humanos y los dioses.

Esto que os acabo de redactar corresponde a los primeros pasos de la memoria histórica de España incluidas todas las comunidades, pues la sangre celta se extendió por toda la península, aunque los historiadores nombran a Galicia y Asturias con mucho más arraigo por sus indicios y descubrimientos.

La época prerrománica de la cual estamos comentando fue aniquilada y esquilmada por las legiones romanas, que arrasaron pueblos, castros y villas enteras para explotar de la península ibérica todo el oro y la plata existente de nuestra orografía de Norte a Sur. Es verdad que hemos heredado de ellos, cultura y monumentos inigualables, pero al igual que la invasión Árabe lo hemos pagado con creces.

Quiero recordar que los habitantes de los Castros en Asturias invadidos por los romanos se envenenaban con las ramas del árbol Tejo (Teixo) antes de caer esclavos para trabajar con los romanos ansiosos de poder. Los que por alguna razón escapaban de sus garras, plantaban robles que significaban el árbol de la esperanza.

Yo, personalmente cuando visito un monumento romano en España, o camino a través de esas maravillosas calzadas que atraviesan nuestra naturaleza, admiro su extraordinaria construcción, su inexplicable diseño en aquellos años, sus ingeniosos detalles y sobre todo su robusta construcción que los mantiene en buen estado de conservación después de tantos siglos. Así todo, sigo oyendo las lejanas voces de los esclavos que trabajaron en contra de su voluntad , sufrieron física y mentalmente los maltratos ocasionados por unos invasores sin miramientos.

Con el paso del tiempo, y sin darnos cuenta, hemos llegado a transformar nuestra sociedad incluyendo todas las trazas posibles de nuestros antepasados Ahora, convertidos en una mezcla de ideologías capaces de mantener el ansia por el poder, colocarse una corona de laurel en todas sus imposiciones sociales Realizando un minucioso estudio, lograríamos extraer un alto porcentaje de invasores que pretenden ocultar sus verdaderos intereses. Algunos como nacionalistas, independentistas, republicanos, socialistas, sectas musulmanas y aquellos que se ponen la careta de Popeye para ocultar sus raíces terroristas intentan destruir nuestra Constitución y una Democracia extraída de nuestros antepasados que nos trasmitieron su cultura y nuestra propia idiosincrasia.

Quiero comentaros que yo siempre llevo un Triskel en la muñeca, y cada vez que lo observo me recuerda su historia europea trasladada por los celtas hasta nuestra península. El Triskel, es un símbolo geométrico que está formado por tres brazos en espiral unidos en el centro. Éste era el símbolo que portaban los Druidas según la cultura Celta y representaba entre otras definiciones (aunque siempre tres) el pasado, el presente y el futuro. También equilibra el cuerpo, mente y espíritu, y divide el principio, el fin y la eterna evolución.

La primera espiral representa los límites y capacidades, sensaciones y sentidos del cuerpo. La segunda la conciencia, la razón y el camino a las ideas, y la tercera representa el duro camino del alma.

Visto todo esto, os recomiendo que valoréis la cultura y valores que nos transmitieron nuestros antepasados que, nada tienen que ver con los que nos presentan éste puñado de borregos que nos representan.

Feliz día de la Constitución

Miguel Sanchez del Río González-Anleo 

 





No hay comentarios: