Los ciudadanos de a pie estamos todos, o al menos la mayoría inmersos en una cortina de humo que preparan sin ningún miramiento las grandes potencias en su beneficio.
A las Naciones de segunda o tercera clase como la nuestra, sólo nos dejan actuar en aquellas ocasiones que nuestra solidaridad favorece a los grandes poderes.
En diferentes Países, incluido el nuestro, se fabrican armas de diferentes clases y tecnologías que, como cualquier artefacto, tiene su caducidad. Por lo tanto, al igual que los yogures hay que consumirlos antes de que caduquen y venderlos con cierta asiduidad para hacer rentable su producción. No sólo sirven para la autodefensa de España y ayudar a Ucrania.
Entre tanto, da igual que los Gobiernos mayoritarios sean demócratas, capitalistas, comunistas, oligárquicos, monárquicos, totalitarios, etc. Los grandes prebostes se dividen sus objetivos para que otros pardillos los solucionen, siendo ellos los verdaderos triunfalistas con negociaciones ya programadas de antemano.
Jugar a soldaditos como lo está haciendo Rusia, destruyendo media Ucrania para que Europa se encargue de reconstruirla es aprovecharse de nuestra solidaridad. Me hace gracia que, vayamos a recoger refugiados en furgonetas sin haber estudiado y dirigido un plan de evacuación por la UE.
La amenaza de una tercera guerra mundial nunca se producirá (al menos por el momento), no toca, y tampoco está programada, es más, es posible que un desastre natural se adelante antes de que eso ocurra. Podéis estar tranquilos.
Las grandes potencias están dedicadas en exclusiva a conquistar y habitar otros mundos que ya tienen a su alcance. Nuestro querido planeta Tierra se ha quedado pequeño, con lo cual nos dejarán las migajas, un techo tecnológico y capacidad que igual no podemos alcanzar.
Hay que ser realistas, estamos comenzando a vivir un nuevo ciclo de vida completamente diferente cuyo futuro es imprevisible. Realizar planes o proyectos a largo plazo sería un error despiadado.
Soy incapaz de asumir a los medios de comunicación pues cada día más atraen la atención al consumismo y no al ahorro. El cine expone toda su grandeza en temas de violencia, guerras, asesinatos, acoso sexual y nadie dice nada. Los video-juegos para niños son todos violentos y de liderazgo, nada de trabajo en equipo.
En la educación y la cultura caminamos para atrás como el cangrejo. Hoy mismo se han aprobado unas medidas imposibles de asumir por cualquier persona normal, incluso han eliminado la Filosofía.
Personas incultas sin experiencia, se sientan en una mesa planificando sin piedad nuestro presente y nuestro futuro a su antojo, marcando con puntos y comas nuestros deberes teniéndonos ocupados en intentar salvar una crisis económica incrementando cada día nuestra deuda que ya supera los 50.000 € por cada español.
Los datos adelantados de hoy señalan una subida del IPC de 9,8% a finales de marzo, ya veremos en diciembre. Los carburantes y la energía siguen subiendo, con lo cual las migajas de 20 céntimos es una cantidad inapreciable, teniendo en cuenta que el precio del petróleo y del gas lo manejan los interesados.
Hoy, además de visitar una interesante exposición llamada "El Legado Español en los Estados Unidos de América", pasé al lado de "Cabeza Caballo", y he visto una cola interminable para recoger bolsas de comida donde no se apreciaban muchos indigentes. Creedme se ven jóvenes y personas aparentemente normales.
Nada puede impedir este ciclo que estamos pasando, pero el globo se sigue inflando y no me extrañaría que, junto con la huelga de transporte, flota pesquera, agricultores, ganaderos, hosteleros, autónomos y empresas de diversa actividad; algún obstáculo más acabe superando nuestros problemas actuales que nos hará tardar años en recuperar nuestro bienestar social
Me preocupa mucho que, dada la cantidad de problemas que queremos abarcar, seamos incapaces de resolver aquellos que precisan solución inmediata. Aunque dudo si nuestros dirigentes conocen la diferencia existente entre URGENTE e IMPORTANTE.
Recordad lo que os digo, si entre todos no somos capaces de resolver la situación actual, vale más que dure este presente, pues no soy capaz de ver el camino para alcanzar un futuro sostenible.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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