Establecer filtros que te ayuden a captar solo aquello que, de alguna forma te beneficie y sea útil para establecer sensación de bienestar, buscando un punto de encuentro realista capaz de poder vivir de una forma optimista es francamente arduo.
Cualquier persona ha retenido en su memoria los ideales y valores que ha ido practicando a lo largo de su vida. Unos seguramente pueden coincidir con el ritmo actual de nuestra existencia y otros no. Llegar a plantarse en un punto llamado realidad es parecido a buscar con el dial, una emisora y solo encontrar una de sintonía débil y además, distorsionada que nunca encuentra la luz fija del led rojo.
Estamos inmersos en la pregunta de cómo ves la botella << medio vacía o medio llena >>. La respuesta difícil de contestar te plantea muchas dudas y por lo tanto te aleja de tomar una posición positiva. Cuando eres joven, todo es positivo y alegría continua a la espalda que nunca piensas cuánto tiempo puede durar esa posición.
Según la existencia pone el cronometro en marcha expresando una situación completamente distinta a la anterior, acelera su paso hacia unas metas y objetivos cuyo esfuerzo precisa de una atención especial llamada experiencia, la cual va aumentando nuestra capacidad mental y disminuyendo la física.
Llegada la fase del mal llamado descanso laboral, pues muchas personas por necesidades propias incluso se ven obligadas a aumentar sus actividades, llega el momento de descubrir tú capacidad física y mental. Para ello, el cerebro analiza zonas que en tú fase de juventud dedicabas al estudio, diversión, familia y actos sociales. Estas zonas inexploradas traen consigo extraer aquellos ficheros que has ido almacenando durante tú vida, pero que ahora puedes discernir como bueno y malo para tú existencia.
La estadística puede ayudarnos y facilitarnos nuestras decisiones. Si coges una hoja de papel, la divides en dos partes y vas anotando en una lo que te parece bueno, y en la otra lo que te parece malo, sea recurrente o no. Podrás comprobar realmente la persona que has sido, como te has comportado y que grado de optimismo y pesimismo has empleado. En el resultado final también obtendrás si eres positivo o negativo.
Sin ser un experto y aplicando las matemáticas y el sentido común, estoy convencido que, en esta última fase, todavía estamos a tiempo de corregir nuestros defectos aunque los resultados no sean al 100%.
Un complemento que podemos llamarlo binomio de nuestro cerebro son nuestros "ojos". Puesto que las imágenes de las cuales somos autores, se almacenan toda la vida , hasta que el alma nos abandona. Ellas son ensambladas en un video que podemos rebobinar y analizar con calma en un momento dado.
Aprender de los errores, caídas, tropiezos y empujones nos da la fuerza suficiente para mejorar nuestras tareas cotidianas y verlas de una forma positiva capaz de reforzar nuestro cuerpo física y mentalmente.
Saludos
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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