viernes, 27 de agosto de 2021

VIRUS SUSPICAZ

Siento comentaros que, en mi opinión muy personal, lo del COVID'19 parece un cuento chino, y nunca mejor dicho. 

La triste realidad es que años atrás hemos pasado por casos en que el número de muertes en Asturias fue muy superior, aunque no sabría exponer dada la confusión que sobre estos temas se redactan, se escuchan y ahora percibimos por los medios audiovisuales.

Francamente, si comparamos los datos de fallecimientos ocurridos en nuestra querida Asturias, son alarmantes.

  • Peste negra siglo XIV (año 1383) 1/3 de la población existente
  • Gripe año 1918 hubo 6.226 muertes
  • Guerra civil 27.000 muertes
  • Covid'19 hasta el día de hoy sobre 2.500 muertes
Yo soy de los que NO me creo el por qué un ciudadano chino se comió un murciélago a la plancha haya provocado una pandemia.

Me parece imposible que el alto poder tecnológico en I+D+I que dispone la Republica Comunista China con más de 1.400 millones de habitantes, detecta un brote que en poco tiempo convierte en epidemia y posteriormente en una pandemia mundial.

Todos sabemos que la gripe y el virus Covid'19, son enfermedades que no se curan con antibióticos como las bacterias, sino con vacunas especificas que tardan mucho tiempo en elaborarse, y parece ser que, también en suministrarse y en aplicarse.

Desconocemos los resultados reales y la eficacia de esas seis vacunas desarrolladas y cual será el resultado de su inmunidad, así todo estas enfermedades infecciosas puede que se repitan en el tiempo y tengamos que vacunarnos de por vida.

Volviendo a mi incredulidad (Dios quiera que me equivoque), me pasa por la cabeza una posible arma química a la cual ninguna potencia mundial quiere afrontar por lo que ello puede suponer.

Actualmente somos una población mundial de unos 8.000 millones de habitantes, y salvo España, seguimos creciendo a tal velocidad que está previsto que alcanzaremos unos 12.000 millones en el año 2050. Menos Asturias que somos una comunidad envejecida, y sin posibilidad de atraer empresas que eviten la fuga de nuestros jóvenes.

Si nos remitimos a las vacunas, las grandes multinacionales de los laboratorios que las han desarrollado, se están forrando de millones de euros con su distribución a veces en exclusiva. Es mucho más beneficioso para ellas que desarrollar medicamentos los cuales ataquen a la raíz del problema, evitando la continuidad de las vacunas hasta sabe Dios cuando y dejándolas subsistir siempre que se produzca un brote en cualquier parte del planeta.

Mientras, es más sencillo y simple aplicar un viejo refrán de "Muerto el perro, muerta la rabia". Pero parece ser que hay personas que no han entendido el sentido de esta reflexión esperando volver a la normalidad estando el virus presente.

Véase el caso de Asturias que, otra vez más, volvemos alcanzar cifras de contagios y muertes superiores a la media teniendo que volver atrás y repetir de nuevo la colocación de mascarillas en recintos cerrados.

No seamos imprudentes y esa ansiedad de volver a la normalidad sin que el comité de expertos asegure una finalización de la pandemia, nos ponga de nuevo en peligro hasta su erradicación total.

Yo me seguiré vacunando todas las veces que sea necesario, y así lo aconsejo a todos los que como yo, esperan sobrevivir sin ser contagiados por algo llamado COVID'19, del cual todavía no sabemos su verdadera procedencia (ver estado de Shanghái), ni su evolución final.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

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